lunes, 9 de febrero de 2009

QUE GRANDE FONTANARROSA!

"El Pinino" Poema de Fontanarrosa.



No yegaba a levantar, más que una
palma del suelo. Lindo porte,
güeria voz, elegante y pico fino.
Por ser un gayito enano, sin tener
un nombre a mano, le yamamos:
"el Pinino".

De poyito, en los
corrales. Endijpué
tomó confianza
(también con la gente
pasa) y se
aquerenció en el
rancho, se fué
ganando en
las casas.

Prolijo y habelidoso pa los
quehaceres domésticos.
Que ya picaba un salame,
que envenenaba unos cueros
o apisonaba la tierra con sus
patas de tres dedos.

¡Eso sí, pa vigilar, no he visto guardián
mpas fiero! Casi, casi, un asesino.
Ni isoca, ni cascarudo,
babosa, ni piojo overo,
se atrevían bajo el alero
si vigilaba el "Pinino".

Esa tarde...¡Jué
pucha, cuando me
acuerdo! Yo estaba
echáu en el catre,
como chumbandolo
al sueño...

y ayá ajuera, la
patrona, prieparaba
un beberaje pa
calentar el garguero

¡De ripente, siento un grito,
un alarido:
¡ROSENDO!

¡Volé pa juera del rancho, dispuesto a
jugarme el cuero! ¡Ese grito no era
humano! ¡Ahi en el patio, mi china, taba
clavada en el suelo,
y frente a eya,
a medio metro
echo un tigre:
el gayo enano!

La cresta, una
yamarada. En los
ojos; dos braseros.
¡Ya no era un ave
el Pinino!¡Más que
un gayo era...un
plumero!

"¡Está loco el animal!"
"¡Está drogau, Rosendo!"
Le pegue el grito:
"¡Pinino!" Y el gayo con
los puyones, hacia
cruces en el suelo...

¡De pronto, se vino encima, como
buscandome el cueyo!¡Eche pa
atrás, quite el cuerpo...y fué a
cair dentro e la oya ande el agua:
¡era un infierno!

"¿Por qué se habrá
puesto así?¿Comió
ortiga esta mañana?"
decia mi china, yorosa,
y aún sostenia en las
manos la cascarita
pecosa de un güevo e'
gayina
enana.

¡Cómo pa no
disgraciarse!
Eya no se daba
cuenta de esa burla
del destino. No había
que acharle el
cargo. Meta hacer
licor de güevo
mientras tanto, sin
quererlo, con la
familia 'el Pinino,
taba haciendo un...
trago largo...

"¡Perdoná hermano!"-le dije.
"¡Perdoná, no quise hacerlo!"
Yoré hincáu frente a la oya
ande giraba, ya muerto.
"¡Yo se lo que es un gurí, Puedo
saber que es un
güevo!".

Esa noche, casi sin hambre,
lo comimos en puchero. Y a mí
hasta me parecía que, desde
el plato, con un ala me hacia
un gesto, como diciendo
bajito: "Yo lo perdono, Rosendo"

Por eso desde ese día; eche las vacas
al campo, abrí la puerta 'el chiquero,
dejé dir a los cabayos, y 'ande tenia
el gayinero, hice un livin-comedor
ande, a veces, paso el tiempo.
No quiero más animales, ¿Pa qué?
si cuando los veo, me ricuerdo del
"Pinino", de esa tarde
y de ese gesto, como
diciendo bajito:

..."Yo...yo lo perdono
Rosendo"



Sacado del libro "Inodoro Pereyra, el renegau 8".